Piqué se pelea con Laporta a cuenta de Rakuten
El Barcelona sigue sin sponsor principal para la temporada 22/23 y Eduard Romeu apuesta por mejorar los 55 millones que ofrecía Rakuten
Rakuten no renovará con el Barcelona y Laporta busca patrocinador
El negocio de las criptomonedas quiere patrocinar al Barcelona
El Barcelona sigue peinando el mercado, buscando opciones, pegando a diferentes puertas, en busca del que será su nuevo patrocinador oficial. Desde hace algo más de un mes, la Junta Directiva de Joan Laporta conoce de primera mano que Rakuten, el actual sponsor principal que luce en la frontal de la elástica blaugrana, dejará de serlo de cara a la temporada 2022/23. La empresa japonesa, traída por Gerard Piqué, no continuará al estar decepcionada por el escaso impacto que ha tenido este acuerdo.
El vicepresidente económico del Barça, Eduard Romeu, dejó claros en declaraciones para TV3 que el objetivo es mejorar el contrato de 55 millones que percibían con la empresa nipona. El economista culé, y hombre fuerte en la presidencia de Joan Laporta, desveló que están poniendo todos sus esfuerzos en este concepto capital, clave en los ingresos del club. «Nos fijamos en el valor de antes de la pandemia. Y lo tenemos que superar. Quien quiera poner su nombre en la camiseta lo tendrá que pagar», explicaba en la cadena catalana, con un discurso fuerte ante la situación de debilidad del club.
El Barça firmó originalmente en 2017 un contrato con Rakuten por valor de 55 millones de euros por temporada, aunque desde la última renovación en octubre de 2020 tras los estragos económicos de la pandemia, esa cifra se redujo hasta los 30 millones de euros. Esta campaña 21/22 expiraba la vinculación entre el gigante japonés y el club culé, y ha sido Rakuten la que ha decidido no ampliar el contrato por más temporadas, pese al empeño de un Gerard Piqué que sí cuenta con ellos para sus eventos deportivos como la Copa Davis.
Romeu pone el punto de partida en una cifra superior a los 55 millones de euros que se pactaron en 2017 con Rakuten, una cifra ya de por sí altísima en el mundo del fútbol aunque lejana al top mundial con equipos como Real Madrid o Manchester United con mejores beneficios en este sentido, pese a los esfuerzos de Piqué en aquella negociación hecha con la colaboración del grupo Kosmos. Desde el Barça se fijan en los valores de mercado previos a la pandemia y esperan superarlos con un mensaje claro: «Quien quiera poner su nombre en la camiseta lo tendrá que pagar».
Pero es una realidad que en próximas negociaciones, el Barça parte en una situación muy diferente a la que vivía previo a la pandemia. En términos deportivos, el club ha perdido un fuerte valor de marca debido a la marcha de dos de sus jugadores franquicia: Leo Messi y Antoine Griezmann. El caso del argentino es especialmente doloroso por su fuerte impacto en el marketing, tanto del propio club como la propia marca personal del rosarino. Sin él, el Barça pierde músculo y poder ante la posibilidad de obtener un gran patrocinador. Su imagen tiene un valor difícil de equiparar a cualquier jugador del actual Barça.
Una sangría de pérdidas
Cabe recordar que los culés también perdieron este verano su contrato con Beko, la empresa de electrodoméstico turca que lucía en la manga de la camiseta y que reportaba primero 19 y después 12 tras lo sucedido durante la pandemia.
Este pasado verano se interesaron diferentes empresas de crypto exchanges, que se dedican a especular con la compra y venta de criptomonedas, para copar ese lugar en la frontal de la elástica del Barça. Desde el club culé eran y son recelosos a este tipo de patrocinios por ser un sector especulativo y variable. Sin embargo, una oferta disparatada podría hacer cambiar de opinión a los blaugrana ante la falta de alternativas que han encontrado hasta el momento con Piqué esperándole para decir que tenía razón él.
Eduard Romeu insiste y confía en que a medio plazo lograrán situar los ingresos del club por «encima de los 1.500 millones» de euros y que el Espai Barça es fundamental para ello: «Nos ayudará a sanear el club más rápidamente. Es un proyecto que se paga solo, con ingresos extraordinarios diferentes. No sólo no generará ningún sobrecoste en el club, sino que aportará recursos nuevos gracias a la explotación de todo lo que engloba el Espai Barça».
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